
-
By admin
- In Blog
Ese es el gran dilema de las organizaciones, son invadidos por el mercado, exponiendo sus ejecutivos a metodologías diferentes. Pero la realidad nos muestra que el ser humano no se puede desarrollar de una sola forma, debe tener metodologías que le permitan crecer de manera consciente y eficiente, para lograr el desarrollo que las organizaciones quieren.
Hoy en día la práctica como coach, me ha demostrado que las personas en cualquier cargo requieren encontrar diferentes formas de hacer las cosas. Dentro de las organizaciones hay personas que se destacan por sus competencias, experiencia y conocimientos y otros que se destacan por su actitud y ganas. Sin embargo, se ha descuidado y subestimado la importancia que tiene la unión del enfoque estratégico, la gestión por competencias y el desarrollo de personas con potencial. En el dinámico entorno laboral actual, donde la evolución constante es la norma, el coaching y el mentoring emergen como herramientas esenciales para el desarrollo y crecimiento de las personas en el ámbito profesional, las dos son metodología incluyentes y complementarias, ya que permiten al individuo verse en su grandeza como ser humano y entender todas las posibilidades de aprendizajes que le lleva el trabajar por su autoconocimiento y en compañía de otros más experimentados, aprender técnicas y mejores prácticas para hacer las cosas.
Estas dos metodologías, aunque distintas en sus enfoques, comparten el objetivo fundamental de impulsar el potencial humano y mejorar el rendimiento en un mundo organizacional cada vez más competitivo. Aquí nombraremos algunas de las diferencias clave entre coaching y mentoring, sus beneficios intrínsecos y cómo pueden desempeñar un papel crucial en la excelencia personal y organizacional.
El coaching se podría definir como un proceso de acompañamiento en el cual un coach trabaja con un individuo (coachee) para identificar metas específicas, diseñar un plan de acción y brindar apoyo continuo para alcanzar dichos objetivos. Este trabajo individual y estructurado permite al coachee adquirir una mayor autoconciencia, autoconocimiento y reflexión, para desarrollar habilidades críticas y superar obstáculos. El coach actúa como un facilitador de crecimiento, empleando preguntas poderosas y técnicas de escucha activa para estimular la autorreflexión, aprendizajes, la toma de decisiones y actuar en consecuencia.
El mentoring implica una relación en la cual un individuo con experiencia, conocimiento especializado y habilidades sobresalientes (mentor) guía y asesora a alguien con menos experiencia (mentee) en su ámbito profesional. A diferencia del coaching, el mentor comparte sus vivencias y conocimientos, proporcionando consejos valiosos y perspectivas de actuación y entrenamiento que pueden ayudar al mentee a sortear desafíos y tomar decisiones. Esta conexión especial trasciende lo profesional y puede tener un impacto significativo en la trayectoria profesional y el crecimiento personal del mentee.
Tanto el coaching como el mentoring tienen impactos profundos en el individuo y la organización. A nivel personal, estas prácticas fomentan la adquisición de habilidades críticas, mejoran la confianza y la autoeficacia, y aumentan la motivación intrínseca. A nivel organizacional, el coaching y el mentoring contribuyen a la retención de talentos, el aumento de la productividad y la promoción de un entorno de aprendizaje continuo.
Andrea Medina F
Septiembre de 2023