En un taller ofrecido por nosotros a una empresa colombiana de
telecomunicaciones, una libretista nos planteó lo siguiente: ¿Qué debo
hacer para recuperar la capacidad de escribir? Esta pregunta nos hace
reflexionar que el supuesto de que hay suficiente creatividad y pocos
nichos para que ésta florezca y se convierta en innovación es una verdad
incompleta. Es incompleta porque cuando llegamos al origen de la idea
creativa, hay allí un reto grande, determinar cómo se puede estimular y
mantener la capacidad de crear, para que los “chispazos”, generación de
ideas permanente, logren alimentar, de manera fluida y suficiente, la
innovación. Considerando lo anterior, es importante tener en cuenta y
trabajar en desarrollar nuestros procesos creativos, los cuales se dan
en tres funciones de la mente humana: corporeizada, relacional y
extendida.